Cada día Google está más cerca de convertirse en Dios.
Sí, no es ninguna exageración. La cantidad de información que maneja la empresa que da nombre al buscador está fuera del alcance de nuestro cerebro. No nos podemos hacer una idea de hasta dónde llega.
Párate a pensar un momento. ¿Qué puede saber Google de tí? Sí, ya, ya, mis aficiones porque busco sobre ellas, las personas con las que me relaciono porque me envío mails con ellas, si voy a viajar o no…..etc, etc.
Yo hoy voy más allá. Google puede saber tu estado de ánimo!!! ¿Cómo? Pues por la música que escuchas, por ejemplo. Puede saber si tu relación sentimental va bien o no, si has discutido…..en fin, que puede llegar a saber cosas de las que incluso nosotros mismos no somos conscientes.
Hace algún tiempo vi en la televisión un reportaje (no recuerdo cual, si no os lo enlazaría) en el que alguien de Google decía que no nos dicen todo lo que saben de nosotros porque nos asustaríamos. Tiene razón.
Dándole la vuelta a la tortilla vamos a pensar como empresas, como empresarios, como marcas. ¿Qué supone que Google tenga toda esta información? Pues que la segmentación que es capaz de hacer es casi perfecta. Si yo como marca quiero dirigirme a un tipo de público a través de la publicidad en el buscador puedo obtener una garantía de casi el 100 %. Y para demostrarlo aquí va un ejemplo.
Como algun@s ya sabéis estoy buscando una cámara reflex digital. Llevo unos días en el proceso de pre-compra y lo he hecho desde distintos ordenadores, por distintas vías, preguntando a amigos, buscando en foros, etc. vamos, lo que viene a ser ahora el proceso normal antes de la compra de un producto con alta implicación (producto tecnológico, con una vida útil prevista larga, un coste ciertamente elevado, etc.). Pues bien, anoche navegando cual es mi sorpresa al ver que en distintas webs que entro me meten cámaras reflex por los ojos. Aquí tenéis las capturas.
¿Qué? ¿Qué te parece, eh?
Pues eso, que pronto pasaremos de ser individuos a ser segmentos. Y para acabar te dejo con una reflexión. Si Google promoviera un idioma, que fuera único para todos, como lo intentó ser el esperanto, ¿crees que podría, en un tiempo razonable, llegar a convertirse en un único idioma para todo el mundo?